domingo, 29 de noviembre de 2009

"El Agua y la corporeidad"

Por Lic. Mariela Papaleo
Psicomotricista
marielapapaleo@gmail.com

El eje del cuerpo. El espacio y el tiempo.
En la tarea terapéutica, las personas (niños, adultos con/sin discapacidad) que asisten al medio acuático, portan algún tipo de trastorno/incomodidad/dolencia/malestar, en su cuerpo... la conformación de la corporeidad, como lugar de unidad del sujeto, está en cuestión...

Algo está desarticulado, alguna parte del cuerpo puede no reconocerse como propia, en el caso de afecciones tempranas o adquiridas en la edad adulta, el sujeto advierte no estar integrada al resto del funcionamiento del cuerpo....
Cuestión que puede abordarse a través de un interesante proceso terapéutico que le es particular a cada sujeto.

La corporeidad, es decir, la unidad corporal del ser, es producto de la experiencia del sujeto en el mundo de los objetos y con los otros, ligado a la vivencia de integridad y de cohesión somatopsíquica.
Esa vivencia de unidad se conforma simbólicamente en el eje del cuerpo, como lugar inaugural de los primeros sostenes maternos/paternos, eje que nos atraviesa como una línea imaginaria desde la cabeza, se continúa en la columna vertebral hasta los pies (apoyos), eje que hace de nexo entre un hemicuerpo y el otro, diferenciados por sus funciones de ser más o menos hábiles/aptos para lo instrumental.

El origen del eje corporal
Nacemos como seres indiferenciados, sin la noción de poseer un cuerpo propio, ni del registro de movernos en un espacio-tiempo. Esto va siendo posible a traves del proceso de diferenciación con el mundo, (los otros, los objetos).
El cuerpo del niño pequeño evoluciona progresivamente del movimiento reflejo (patrones neurológicos que resultan en movimientos involuntarios y condicionados) al pasaje de acciones intencionadas motivadas por la curiosidad propia del infante, por lo cual accede a aquello que percibe significativamente; algo del mundo lo convoca...
Y a partir de la riqueza de experiencias, podrá automatizar acciones cada vez mas complejas que luego se conformaran en hábitos.
El tránsito del movimiento global al diferenciado, se da gracias a la posibilidad de segmentarización de las partes del cuerpo que se articulan entre si a partir del movimiento, para luego reunificarlas en imágenes que se integran, y conforman el sentir el cuerpo como una unidad.

En ocasiones nos sentimos fuera de nuestro eje... algo del ritmo, del tiempo, está alterado, disarmónico....Aparecen las tensiones, se focalizan en algunas zonas corporales... algo es necesario redistribuir en el espacio del cuerpo.
Me pregunto por qué si algo del tiempo es disarmónico esa coyuntura que nos sostiene se debilita...?

El eje del cuerpo, el espacio y el tiempo se fusionan primariamente. La huella de los primeros vínculos queda inscripta en él: el ritmo como categoría temporal, se inscribe como alternancia de la presencia-ausencia del otro, y la redistribución tónica, como categoriá espacial, a partir de los estados de tensión-distensión.

El agua y el eje corporal

A partir de tres tipos de informaciones establecemos ligazones tanto con el exterior como con nuestras sensaciones orgánicas:
La información interoceptivo (a nivel visceral)
La información exteroceptiva (la que nos llega del exterior, lo auditivo y lo visual) es captada a través del eje del cuerpo (vista y oído) y
Lo propioceptivo (información a partir de los cambios de posición y de contacto corporal)
Estos registros se conjugan y se resignifican en cada uno de nosostros de manera particular en el agua ... lo que es placentero para algunos, puede ser displacentero para otros... No todos aceptan el contacto... sin embargo a otros los organiza.
Lo sonoro como categoria que implica la sonoridad de la voz y los ruidos circundantes, puede ser de importancia para algunos, y no asi para otros. El ver lo que los otros hacen, puede aportar una imágen que contribuye a la propia ejecución en tanto semejanza o diferencia con otros.

Asi es como en esta tarea se proponen acciones tendientes al registro de unidad corporal:
...a partir de la extensión del eje corporal, (en oposición al repliegue o la flexión) los brazos y las piernas se continúan en esta línea que une los hemicuerpos, y que da lugar a la sensación de flotabilidad y de quietud.
...al cambio eventual de posturas, ubicando pasajes de una posición a otra, con la sensación de giro sobre este eje...
....a una temporalidad diferente que conlleva una mayor amplitud en los movimientos...

Y en esta otra temporalidad acuática pueden aparecer estados corporales de calma y de tranquilidad, o de gran inquietud...

Los estados emocionales actúan directamente sobre el tono muscular.
No se puede desestimar aquello que la persona manifiesta en relación a su hacer: sus imposibilidades debido a la acumulación tensional, la posibilidad por la redistribución tónica...

El agua nos provee de algunos recursos para reconstruir esa noción de unidad, probablemente desdibujada, desvanecida, debilitada transitoriamente... entre las múltiples ocupaciones cotidianas....en el agua es posible encontrar ese ritmo propio que nos resitua en nuestro eje.

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